No, no, no
te diré sollozando,
tus golpes duelen más
que tus abrazos.
Sabes dormirme
y ahogarme,
soy tu presa de noche
y tu cautiva de día.
No, no, no,
ahora vienen las palabras
que desesperan
y entierran el alma.
Toma este cuchillo
y hazlo rápido.
Mi hálito teme tu contacto.
Deborah
No hay comentarios:
Publicar un comentario