Astronómicamente, la Luna se divide en ocho fases marcadas por la superficie que podemos ver de ella durante la noche. Ésto ocurre debido a las diferentes perspectivas de iluminación solar que inciden sobre el satélite a medida que completa su órbita alrededor de la Tierra. Las fases astronómicas que transcurren durante los 28 días que dura su ciclo son llamadas; Luna nueva, Luna nueva visible, Cuarto creciente, Luna gibosa creciente, Luna llena, Luna gibosa menguante, Cuarto decreciente y Luna Menguante.
Existen muchas formas de llamar a las fases de la Luna así que lo mejor es buscarse el método más sencillo para cada cual. La manera más sencilla de acordarnos del nombre de cada fase es dividirla en mitades. Entonces la lista de ocho fases queda reducida a las cuatro siguientes; Luna Nueva, Luna creciente, Luna llena y Luna decreciente. Debemos tener en cuenta que, aunque de manera aproximada, las fases de la Luna no tienen un tiempo definido. Un ejemplo de ello es que podemos ver Luna llena durante tres días pero en realidad no estará llena del todo. Actualmente los sistemas informatizados permiten una información fiable y segura sobre la fase actual de la Luna. En el margen izquierdo de esta misma página encontrareis unos de esos gatgets hechos por astrónomos.
Como bien se ha estudiado, la fase de la Luna afecta a las mareas y por tanto al conjunto de la Tierra. Un porcentaje elevado de nuestro cuerpo es agua así que lógicamente, de una forma u otra, quedamos a "merced" de su influjo. Antiguamente en algunos pueblos paganos utilizaban el calendario Lunar para determinar el tiempo de sus cosechas, fiestas, tradiciones, etc. Desde entonces suele haber la creencia que cada fase tiene unas determinadas características que debemos tener en cuenta si por ejemplo queremos abrir un negocio, cortarnos el pelo, etc.
Si bien son tradiciones ancladas por siglos en nuestra psique no debemos olvidar que también encierran la sabiduría de nuestros ancestros. Para ellos el curso el mundo afectaba a sus vidas como ahora en las nuestras rige el dinero. Olvidarnos que formamos parte de la naturaleza es un error que acabaremos pagando ya que nos nutrimos y vivimos gracias a ella. Por ello hago una pequeña explicación sobre el significado de cada una de las cuatro fases mencionadas anteriormente;
Luna nueva: También llamada Luna invisible. Simboliza la oscuridad y la cara oculta. Es un periodo de interiorización en el que debemos buscar en nuestro inconsciente y psique. No es buen momento para empezar nada ya que la oscuridad lo domina todo y por tanto no seguiremos correctamente el camino. Llama al descanso, al reposo y a veces incluso a la renovación. La Luna nos indica que debemos esperar al nuevo ciclo que está a punto de empezar pero antes debemos reflexionar.
Luna creciente: La Luna nueva deja paso al nuevo ciclo que ya ha empezado. Las fuerzas aumenta y es el momento de hacer crecer algo o empezar un proyecto. Las energías son jóvenes, vigorosas y circulan por doquier. El ciclo nos lleva hacia la Luna llena que lo inundará todo con su luz y será la plenitud de aquello que queremos. Por tanto suele ser el tiempo de dar un empuje tanto al estado de ánimo como a los proyectos físicos o las ideas que nos rondan la cabeza. El camino llevará a buen puerto si somos precavidos y vigilamos la doble cara (luz y oscuridad) que la vida nos tiene reservada.
Luna llena: Es la fase más conocida de la Luna. Es la plenitud y la culminación. El momento de dejar las cosas claras y de llegar a la meta. Es la sinceridad y la fuerza que nos han llevado donde estamos, la mitad del ciclo. Es cuando mayor influjo ejerce la Luna a la naturaleza y cuando nos abrimos con mayor facilidad. Para aquel que cree en la videncia, es cuando las comunicaciones se hacen más claras y repetidas. Todo se mueve a un ritmo sutil y nos sentimos cambiantes, con tendencia a sensaciones positivas. Debemos aprovechar que tenemos las pilas cargadas.
Luna decreciente: La Luna llegó a su cenit en la anterior fase y ahora decae. Es el ciclo de vida y muerte que nos acompaña siempre. Las últimas chispas están quemando y todo decrece. Es el momento de limpiarnos, interior y exteriormente, y prepararnos para lo que será la Luna nueva que se acerca. Es recomendable no excedernos y hacer acopio de energías, como si el invierno se aproximase, para resguardarnos y protegernos en la próxima fase.
Probablemente encontrareis páginas con información un tanto diferente en los detalles pero la base será más o menos la misma. El significado de cada ciclo lunar deriva de la lógica. A más luz, más energía y viceversa. Ésta misma regla de tres podemos aplicarla al año y sus estaciones, a las etapas de la vida humana, al ciclo menstrual (muy relacionado con la Luna), etc. Por lo que todo mantiene una semejanza en el fondo porque son ciclos de vida-muerte que se suceden continuamente.
A continuación dejo un par de webs para mayor información. La primera se relaciona con las creencias ancestrales y las costumbres derivadas mientras que la siguiente se refiere a la astronomía. Ambas están extraídas de Google.
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