Ya hace una semana que te fuiste y el mundo parece un poco más gris desde entonces. Lamento que no pudieses estar en casa, con nuestros mimos, pero confiábamos en que te curases pronto. No fue así. La madrugada del sábado pasado nos dijiste adiós en la clínica veterinaria. Siento todo el sufrimiento que debiste pasar y la impotencia que tuvimos nosotros al no saber qué hacer. Echaremos de menos tus gruñidos, tus guardias frente a la cocina y nuestras peleas a la hora de cepillarte el pelo.Torta, descansa y se feliz.
Te queremos.
Resquiem in peace
ahora te guía
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