07 octubre 2011

Noticias

¡Por fin es sábado! Y pensé que jamás lo escribiría.

Los días se han hecho largos y espesos, como una taza de chocolate caliente. Y es que desde que estuve trabajando desde el jueves pasado hasta el domingo, las tareas se me han ido acumulando y ha habido instantes en que pensaba que me estaba dirigiendo a un precipicio donde de poco servían los frenos que llevaba. Ahora, en pleno intento de recuperar el equilibrio, he podido volver a ponerme con el blog, cosa que en otros planos me será imposible hasta que el resto de factores queden ubicados en su lugar. Pero empecemos por el principio.

El miercoles pasado tuve (después de más de año y medio) una entrevista de trabajo. Al principio pensé que sería para entrar en los típicos procesos de selección eternos o para hacerme la ficha y meterme en un byte de su archivo. La realidad es que la chica que me atendió necesitaba personal inmediatamente. Eso quería decir para el día siguiente. Dije que sí a las condiciones: solo trabajaría cuando hubiese eventos, asegurada por cuatro horas (aunque hiciese más) y formaría parte del equipo que, si todo iba bien, se dedicaría en exclusiva al recinto ferial al que me enviaban. Y en un plis-plas acabé trabajando en el servicio de limpieza del recinto ferial La Farga, Hospitalet de Llobregat (conocido porque se hace el Salón del Manga, entre otros), en plena Barcelona Tattoo Expo. Curiosamente, yo ya había tanteado el tema para ir con mi compañero el domingo. Por lo que estar trabajando allí ya me acabó de convencer.

Estuve pocas horas y me tocó el turno en el que no estaba abierto al público pero eso ya me gustó. Pude ver las instalaciones "tranquilamente", hablar con el personal de dentro y hacer pocas horas. Digamos que hacía mucho tiempo que no trabajaba fuera de casa y nunca había trabajado limpiando más allá de donde he vivido. Así que me aseguré y, hablando con el resto de compañeros, pienso que hice lo correcto. Además, a pesar de mi empeño me di cuenta que la medicación que tomo me crea ciertas molestias que no me puedo tomar a la ligera. En general la experiencia me hizo sentir bien, ya que tuve la oportunidad de trabajar en otro oficio y saber hasta dónde llega mi cuerpo. Y aún me alegró más saber que los dos meses que llevo en un programa de insercción me han ayudado a encontrar un trabajo aunque sea por horas. No sé si continuaré cuando haya próximos eventos, ya que algunos compañeros han encontrado trabajo en otros puestos de la misma empresa y yo estoy sopesando otros frentes, pero quise intentarlo y lo conseguí. Sin embargo, acabé tocada física y mentalmente. Y esa es la parte menos positiva.

Cuando acabé el domingo ya sabía que no estaba bien. Había estado durmiendo 3 horas (debido a la temporada que estaba pasando con insomnio) cada noche, tenía los pies y las piernas muy inflados por las horas de trabajo, la intensidad y, de nuevo, la medicación, y hubo algunas viejas sensaciones de cuando trabajas en un equipo que no está unido. Las dos chicas que entramos nuevas tuvimos que aguantar una buena sarta de broncas por cosas que no hacíamos, ya que la mayoría buscaba salvarse a sí mismo a costa de los demás. Al final se hacía todo el trabajo pero está claro que siempre hay quien se aprovecha. Total, que todo ello me ha llevado a bajar a un estado que roza la depresión cuando, hasta hace escasamente una semana, tenía un control sobre mi misma que jamás había podido sentir. Así que durante estos días estoy en la complicada tarea de recuperar la estabilidad y no dejarme vencer, otra vez, por el decaimiento.

Cambiando a temas más alegres, como he dicho el domingo pasado fui a Barcelona Tattoo Expo. Siempre había querido ir y este fue el año definitivo. Y aunque me gustó lo que vi, me decepcionó en algunos aspectos. En primer lugar, las conferencias que se dieron eran pocas y tenías que pagar por ir. En segundo lugar, las actuaciones fueron pocas (aunque de muy buena calidad, como el desfile de pin-ups o el striptease erótico) y cada día se repetían. En tercer lugar, aunque había muchos stands con tatuadores de lugares diversos incluso fuera de España, había poca variedad en cuanto a la técnica que se ofrecía. Y cuarto, y último, no se aprovecha como se debe el recinto de La Farga.

Me explico. La Farga tiene unas dimensiones considerables en las que se pueden hacer ubicaciones de muchos tipos y de grandes estructuras. En Barcelona Tattoo Expo se contaba con un par de stands de ropa (en uno se ofrecían corsets de calidad a precios de ganga), alguno más con ilustraciones de autores, el de los Ángeles del Infierno de Barcelona, un par de plataformas para la actuación de skaters, un escenario y el resto pequeños stands de los tatuadores. El escenario dividia el lugar en un extremo para que no se viese vacio por los pocos stand que había para el recinto que es. Y es que había una cuarta parte que no se utilizaba y era donde aparcaban algunas furgonetas y material de las actuaciones (esto lo sé porque estaba trabajando allí). Solamente se adjudicó un pequeño habitáculo para algunos obras de tatuadores, al aire libre unos lienzos para la demostración de graffittis al aire libre y un par de salas para las conferencias. Apenas se utilizaron las posibilidades del lugar. Por ejemplo, el primer día que fui a trabajar (jueves tarde-noche) había una fila de Harleys detrás del escenario. Pensé que serían para exponer en el evento pero no fue así. Por lo que me quedé con las ganas de verlas mejor. Lo que sí hubo fueron dos coches impresionantes que tuvieron muchos admiradores. Mi opinión es que es un salón que, para los amantes del tatuaje, ofrece posibilidades de hacerte uno y de verte con gente del mundillo pero se pierde una ocasión así ya que se podría ofrecer más y no se hace. Para colmo la entrada normal de un día sale a unos 15 euros (con Carnet Jove a 12 euros) por lo que me parece excesivo.

Aquí algunos fotografías de mala calidad hechas con la cámara de mi compañero (tiene unos 8 o 9 años):







Continuando con el dietario, el lunes tenía otro compromiso (a decir verdad tenía la semana llena): la llegada de un nuevo miembro al hogar. La historia venia de semanas atrás y es que, a través de la protectora de Sabadell (Lliga protectora d'animals de Sabadell), he ido contactando con diferentes páginas de ayuda a los animales. Todas tienen el lema de No compres, adopta, ya que muchos animales sufren el maltrato y el abandono de las personas. En estas páginas se difunden los casos urgentes mediante la red de Facebook para que el boca-boca llegue a más gente. Un día, en una de esas páginas, apareció el caso de una perra a la que habían abandonado en un refugio de Tarragona con las orejas cortadas. Era un mastín y su mirada lo decía todo: solo se veia tristeza. No es, ni mucho menos, el peor caso que he visto pero sí que había algo que me atraia a ella. Llevaba más de año y medio en la perrera. Muchos la habían querido adoptar pero al ver sus orejas cortadas no la querían. Era increíble. Hablé con mi compañero ya que era él quien se estaba planteando tener un perro (siempre había querido uno) y, al mismo tiempo, teníamos en mente que Medea se sentía cada vez más sola y reclamaba mimos constantemente. No es que se llevase especialmente bien con los perros pero quisimos intentarlo.

Después de varios emails, llamadas, cambios de día y hora y un sin fin de problemas más, el lunes pasado fuimos a recoger a Fiona. Y he de decir que es un amor. A pesar de tener el piso lleno de pelos, babas y pisadas, con su mirada se hace perdonar. Tiene miedo a las latas y a las botellas, igual que a los camiones y a algunas personas, pero ya se está adaptando y tiene mejor aspecto. La perrera en la que estaba (no era una protectora o un refugio, era una perrera literalmente) era un barracón a las afueras de C., provincia de Tarragona, donde malviven animales de todo tipo sin vacunar, esterilizar ni desparasitar. Lo lleva una persona que odia los animales y cobra por su trabajo una cantidad sumamente alta por no hacer nada por los animales. La comida que les da les pone enfermos y a algunos los ha dejado con serios problemas de salud para que se muriesen. Cuando mi compañero y yo vimos el lugar nos horrorizamos... Y no somos ese tipo de personas que se incomodan ante cualquier cosa.

Gracias a los dioses y a la chica que hizo de intermediaria, así como a todas las personas que, de forma voluntaria y altruista, ayudan a estos pobres animales, Fiona está feliz en casa. Aunque a Medea no le haya hecho ninguna gracia. Las dos están en proceso de adaptación y la verdad es que cada una duerme en una habitación separada de la otra. Estámos intentando que eso cambie pero el proceso será largo. El primer día que se vieron parecían llevarse bien pero al poco ya se estaban peleando. Y algunos inocentes (veáse mi Aloe Vera, que se llama Estrella, y yo) hemos sufrido las consecuencias. Así que si ya acabé el fin de semana estresada y decaida, la llegada de Fiona ha sido una alegría pero también más problemas y el doble de trabajo que, a veces, no soy capaz de ponerme sola a la espalda. Y por si fuera poco, no puedo salir de casa ya que Fiona tiene fobia a quedarse sola en el piso. Abre las puertas con la cabeza (que es doble de la mia), se dedica a tirar sus boles de comida y agua y me muerde los cables en los que tiendo la ropa. Por lo que llevo recluida en casa desde el lunes y el tema no tiene pinta de mejorar. Sobre todo tengo miedo de que abra la puerta de la habitación donde está Medea y todo acabe en tragedia.

Aquí dejo algunas imágenes de la llegada de Fiona y la reacción de Medea:






Si puedo, en la próxima entrada pondré una muestra de como está mi brazo izquierdo después de los arañazos que he recibido al intentar apaciguar los ánimos. Y es que vivir con una pantera y un caballo pequeño no es nada fácil. Incluso es probable que una de las heridas, que es profunda y parece que me hayan clavado un gancho, me deje cicatriz. Pero sigo queriendo a mi trocito de terciopelo (Medea) y al osito de peluche de casa (Fiona).

La guinda del pastel, y de esta tan larga entrada, es que tengo pendiente un chequeo general en el médico. Físicamente empiezo a notar unas molestias que se están volviendo problemáticas y que necesitan de cierta atención. Quizás no son más que efectos secundarios de la medicación pero debo ir y aceptar que mi cuerpo lleva un tiempo enviándome señales y yo no he querido hacerles caso. Así que ya es hora de remediarlo y de cerrar temas que tengo abiertos. Como decía al principio, volver a flotar en las aguas en vez de dejarme arrastrar por ellas.

En definitiva, ha sido una semana larga y de las que quieres olvidar y recordar al mismo tiempo.

3 comentarios:

  1. A ver si esta semana es más tranquila y recuperas el control. Que te vaya muy bien.

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  2. Céntrate en hacer bien tu trabajo y lo que digan los demás que te la sople, así sin más. porque si dejas que los demás te ninguneen y te digan mil cosas, acabarán con tu autoestima y eso no está permitido. Tendrías que empezar a usar una frase que me dijo una vez mi antiguo psicólogo: "No soy yo; eres tú" Tienes que estar orgullosa de ti, de como eres, de quien eres y de lo que haces a todos nos estadios y niveles. Y si no estás tú orgullosa no te fortaleces a ti misma y ahí es cuando los demás podrán derribarte. Quizás se ve complicado pero es fácil una vez lo dominas :)

    Y yo no sé como tu nueva perra puede convivir con una gata. Nunca he visto eso en mi casa. Mis gatos y mi perro no se pueden ver delante :S creo que en parte es porque mi gata, la matriarca/emperatriz del mundo/nueva Hitler se cree demasiado importante,incluso por encima de los humanos, y no crea buen rollo con el perrete :S que suerte tienes.

    Lo dicho, intenta mimarte algo más y autoconvencerte de que, si tú eres fuerte, vas a tener una coraza inquebrantable :)

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  3. Hola, puedo decirte, ya que tengo 14 gatos y una perra, que el proceso de adaptación es lento pero al final verás como se llevarán genial, las mias juegan con la perra, se rozan, se chupetean y eso que cada vez que traíamos una nueva a casa nuestra perra no paraba de atosigarla, perseguirla y acecharla pero eso le duraba unos días, debido a la novedad que le suponía pero después ya eran inseparables.
    Respecto a lo que hace tu perrita decirte que yo creo que quiere más atención por tu parte piensa que lo ha debido pasar muy mal, debio de ser una experiencia muy traumática para el animal y necesita su tiempo, por cierto es preciosa y tu gatita tambíen, yo también tengo una Azúl Ruso que se llama Medea, es un trastín super cariñosa.
    Y ya solo decirte que te valores por encima de todo, ten siempre en mente que nadie es más que tú, nadie, siempre tenlo presente, tú eres única por lo tanto no eres menos que nadie.

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