21 noviembre 2010

En el silencio...

Me gustaría darle nombre al desasosiego en el que se ha convertido mí vida. Veo los días pasar con un deje dramático y la mirada varada frente a la ventana y los libros.

Lucharía por un mañana si algo tuviese sentido.

Cuando lloras histérica sin saber por qué ni qué sientes en esos minutos, es mejor parar. Pongo los pies en el suelo, continuo mi carrera loca y hago ver que no ha pasado.

La parte enterrada de mí quiere llorar hasta ahogarse... Pero la tierra no lo permite. Nutre sus matojos con mi desesperación y humillación

Ya no soy yo. Me he perdido, me he encerrado. Mátame, por favor. El sufrimiento me volverá a despertar.

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