19 marzo 2011

Ella

¿Qué esconden tus heridas,
que deambulan a todas horas,
mártires, inútiles, locas?

¿Qué guardas bajo tus ojos,
rasgados, caprichosos, húmedos
tristes, melancólicos?

¿Qué eres, pensándolo bien,
con el negro dibujando tus contornos,
y el blanco borrando tus mejillas?

¿Qué callas en tu pecho,
latiendo a 1.000 pulsaciones,
tras prietos los labios?

¿Qué osas, cansada, permitirme,
emborronada en tus vaivenes?

¿Qué noches, preciosa, no lloras,
acurrucada en las ventanas,
sin ver tus desprendidas y rotas alas?

¿Qué será de las ilusiones,
que tejiste a oscuras,
en interminables mazmorras?

¿Qué podré yo, iluso, entregarte
si eres más sabia que la Luna
y más bella que las estrellas?



John William Waterhouse

1 comentario:

  1. Gracias por tu visita, Deborah.

    Ella, sin duda, es única. Por eso, aunque parezca la más normal de las personas, se vuelve inaccesible.

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