¿Qué esconden tus heridas,
que deambulan a todas horas,
mártires, inútiles, locas?
¿Qué guardas bajo tus ojos,
rasgados, caprichosos, húmedos
tristes, melancólicos?
¿Qué eres, pensándolo bien,
con el negro dibujando tus contornos,
y el blanco borrando tus mejillas?
¿Qué callas en tu pecho,
latiendo a 1.000 pulsaciones,
tras prietos los labios?
¿Qué osas, cansada, permitirme,
emborronada en tus vaivenes?
¿Qué noches, preciosa, no lloras,
acurrucada en las ventanas,
sin ver tus desprendidas y rotas alas?
¿Qué será de las ilusiones,
que tejiste a oscuras,
en interminables mazmorras?
¿Qué será de las ilusiones,
que tejiste a oscuras,
en interminables mazmorras?
¿Qué podré yo, iluso, entregarte
si eres más sabia que la Luna
y más bella que las estrellas?
John William Waterhouse
y más bella que las estrellas?
John William Waterhouse
Gracias por tu visita, Deborah.
ResponderEliminarElla, sin duda, es única. Por eso, aunque parezca la más normal de las personas, se vuelve inaccesible.